seguro que habéis tenido el típico sueño de ir corriendo y caer por un barranco, tus piernas se mueven involuntariamente y te despiertas con el corazón a mil. sabéis de que sensación  hablo verdad? pues volverse a enamorar es muy parecido a ese sueño. es saber que te vas a caer y a pesar de ello seguir corriendo más y más rápido. ese stop!! que te marca tu mente  pero que tu corazón sigue haciendo que corras sin mirar atrás, sin parar, sin dejar que entres en razón y con ello el ultimo paso en el cual ya no encuentras nada para apoyar el pie y ese descenso que te hace volar durante varios segundos; esa adrenalina al  saber que lo has conseguido, esa felicidad y de pronto te da por mirar hacia abajo y ves el final, ves que esa gran sensación termina, un mal final, pero sabes que valió la pena y tras volver a cerrar los ojos para disfrutar de las ultimas milésimas de segundo puuum! te despiertas, sudando te retiras el pelo de la cara y miras a tu derecha. ahí lo tienes, sabes que en el también hay un gran precipicio y que te has atrevido a saltar, pero por ahora estas volando ya te preocuparas por el final de ese precipicio de mientras cierras los ojos y a seguir volando junto a su pecho.