Hay cosas que no podemos hacer por si solos, por ejem;
discutir, subirse y sujetar una escalera
a la vez, o doblar una sabana de esas de cama de matrimonio. Yo siempre he
pensado que lo ideal era vivir en pareja, por muy extraña que fuera la
pareja. De hecho hay parejas que se
acaban convirtiendo en tríos, parejas que se van quedando sin pareja por
miedo de no estar a la altura, también hay
parejas que son imposibles por definición, por historia y por física aunque no
por química o parejas en las que la química se ha ido gastando. Parejas que
fueron en algún momento y ahora no son nada.
Y eso, es lo que más miedo da en la vida, el quedarse solo. La primera sensación que se tiene es pánico, un
miedo atroz al cambio a la pérdida de control de nuestras vidas, un miedo atroz
a estar solo. Pero cuando llegas a ese punto
nos damos cuenta de que la ruptura puede llevarnos a un lugar mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario