miércoles, 12 de septiembre de 2012

desde pequeños nos dicen que no digamos mentiras, que las mentiras sean con buena o con mala intención duelen, pero a pesar de eso empezamos a decirlas;como por ejem: no mamá yo no tiré el vaso se habrá caído con la cortina al empujarle el viento, ayer por la tarde estuve mala y no pude hacer la tarea... pero según va pasando el tiempo aprendemos a mentir mejor, las mentiras suben de grado; por ejem: decir "te quiero" a una persona que nos he indiferente, protegernos o implicar a alguien para no enfrentarnos a un problema o incluso mentir sobre tu personalidad.
no se vosotros pero yo saber mentir lo veo como un don, si, si como un don: el poder montarte tu propia película, tu mundo feliz, y no hacerte daño a pesar de vivir en una mentira, el mentirle a la gente por una buena causa y al final hacerle mas daño del que tenían en un principio y no sentirte mal, el enamorarte de una persona que gracias a tu mentira no puedes estar con ella y sobre todo ser tan tonta de llegar a continuar esa mentira aun sabiendo que  te vas a hacer daño, aun viendo que ese túnel no tiene salida le coges la mano y te adentras y que no te preocupes del final... eso es un don. porque sencillamente la mentira es como una pequeña pelusa, que según va rodando se va haciendo mas grande con la mierda que va recogiendo en el camino. y sabéis cual es la única forma de tirar esa gran bola a la basura? diciendo la verdad. porque nos guste o no siempre, siempre, siempre va a salir a verdad.
señores ya nos lo decían nuestros padres: la verdad duele una vez pero la mentira cada vez que nos acordamos. así que no seáis tontos, decid mentiras pero teniendo control ante ellas y siempre y cuando sean piadosas, sin hacerle daño a nadie y sin nombrar a ninguna persona y mucho menos en temas de amor, de donde es mucho mas difícil de salir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario